Se apagaron las luces, pero Brahms y Dvorák siempre nos hacen soñar
Se celebraba en el Auditorio de Oviedo, la semana pasada, el XXXIII Concierto Premios Princesa de Asturias, dentro del marco de los actos programados para este fastuoso evento que colma la vida social y cultural ovetense en esta última semana de octubre que son los Premios Princesa de Asturias, en esta ocasión, en su cuadragésima cuarta edición.
El título del concierto era "Brahams y Dvorák. Grandes maestros del siglo XIX".
Por suerte, contamos con invitaciones para acudir a admirar a la orquesta Oviedo Filarmonía y al Coro de la Fundación Princesa de Asturias dirigido, desde hace años, por José Esteban García Miranda, al que entrevisté desde que se fundó el coro, en varias ocasiones, durante mi etapa periodística.
También disfrutamos de las voces de la soprano Juliane Banse y del bajo-barítono Marko Mimica, dirigidos todos por el maravilloso Lucas Macías.
La crítica musical la vamos a dejar para otro momento, porque no es el caso que nos ocupa y no me sentiría muy capaz de hacerla correctamente.
Al concierto acude, desde que se celebra, hace treinta y tres años, el Príncipe Don Felipe, cuando lo era, y ya, al contraer matrimonio con la entonces periodista Letizia Ortiz, ambos, ya, como Príncipes de Asturias, y desde la abdicación de Don Juan Carlos, actual Rey emérito, lo hacen como reyes de España, acompañados también por sus hijas, la Princesa de Asturias, Doña Leonor y la Infanta de España, Doña Sofía.
Para quiénes no hayan acudido nunca a este concierto, es la primera aparición de S.S.M.M. acompañados por S.S.A.A. en la semana de los Premios, que ya comienza el domingo anterior por la tarde, con la llegada de los premiados.
Yo estuve cubriendo los actos de los Premios Príncipe en un principio, actualmente Premios Princesa de Asturias, durante décadas, tanto en mis programas de radio: en Radio Asturias Cadena S.E.R, en la desaparecida Radio Vetusta, como en los de de televisión, en la extinta Oviedo TV, y también con mis crónicas socio-culturales "La Lupa" en la antigua La Voz de Asturias.
Sin duda que el concierto es la posibilidad de recibir un baño de "popularidad" por parte de los Reyes y sus hijas, la Princesa y la Infanta, de parte de las personas que allí acuden, aparte de poder verles de cerca y saludarles, si el empeño es mucho.
El protocolo siempre es el mismo.
Las autoridades les esperan en línea de saludo y, una vez cumplimentados se van situando en el palco de autoridades.
Entonces, coordinada por prensa de la Fundación Princesa de Asturias, se produce la entrada-irrupción en la sala, de los muchos fotógrafos que se desplazan desde diversas partes del mundo, aparte de los propios fotógrafos asturianos, para inmortalizar las reales presencias, se interpreta, por parte de la Orquesta, el himno nacional, y ya comienza el concierto.
Al finalizar, las catenarias situadas en el hall restringen el acceso y, tras una espera, los Reyes y la Princesa y la Infanta, salen a saludar.
Es el espectáculo. Un baño de masas.
Las gentes se agolpan para que alguno de los miembros de la Casa Real les de la mano.
Desde hace algunos años, algo impensable en su momento, un selfie con alguno de ellos/ellas, una conversación, grupitos de señoras que repiten foto, año tras año. Algún encuentro inesperado, etc...
Es un experimento sociológico.
Yo me pregunto...¿qué pensarán estos personajes reales de todo este espectáculo?
Otros observan desde las alturas, o la lejanía, los menos.
En esta ocasión acudí con mi amiga y contertulia de la radio, en aquel período, en Radio Vetusta, la siempre encantadora Guadalupe Gómez Fouz con la que pasé una tarde muy agradable y, como habíamos compartido durante años, varias entregas de Premios, cocktails y demás celebraciones, el espectáculo actual del pre y post concierto no dejaba de sorprendernos, pues cuando asistíamos juntas a los Premios, no se vivía tal desenfreno por parte de la gente, ni la organización era tan permisiva con las aproximaciones, y demás licencias que se pueden observar respecto a los Reyes y a la Princesa y a la Infanta.
Todo ha cambiado mucho. Y yo, también.
Foto de ambas, ante el busto de Don Felipe, cuando era Príncipe de Asturias, obra de Modesto.
Al día siguiente, viernes 24 se cumplían los veintidós años de la realización, por mi parte, de la entrevista a la entonces periodista Letizia Ortiz, una semana antes de conocerse el compromiso con Don Felipe de Borbón en aquel set en el claustro alto del Eurostars Hotel de la Reconquista para la extinta Oviedo TV. Casualmente, también un viernes 24... de 2002.
Este año, la revista Lecturas Grupo RBA, tuvo a bien solicitarme una entrevista, cuyas respuestas les envié mediante cuestionario, sobre aquella vivencia profesional.
La periodista Helena Arriaza fue encantadora y le agradezco mucho su tratamiento para conmigo y el testimonio que les ofrecí, pues comenté cosas en exclusiva, que no había comentado nunca sobre aquel encuentro con la que era ya novia del Príncipe Felipe.
Por supuesto, la entrevista no tuvo ningún tipo de retribución económica. Por si quedara alguna duda.
Os dejo el enlace por si os apetece saber más y vivir conmigo esa sensación de haber hecho tu trabajo, normalmente, pero tras el cual se escondía una sorpresa que revivo año tras año por estas fechas.
Espero que os guste.
Gracias, Lecturas!



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