Adiós a Ramón Quesada y una buena noticia para la Cámara Santa de Oviedo
Ayer me he enterado de varias cosas, de entre las que destaco dos: una ilusionante y otra menos alegre. Comenzaré por ésta, ya que es una despedida y se merece el primer lugar en mi crónica de hoy: la muerte de Ramón Quesada , profesor, militante socialista y, en mi época del paso de niña a adolescente, monitor de tiempo libre. A Ramón Quesada le conocí en plena pre-adolescencia cuando, junto con mis amigas Bea e Irma , pasábamos las tardes de los sábados de otoño e invierno de aquellos años, en el Oviedo soso y lluvioso que era para unas niñas como nosotras, en los locales parroquiales de San Juan el Real de la Calle Fray Ceferino. Ramón era monitor del Junior de la Parroquia de San Juan el Real. No fue el nuestro, ya que de nosotros se encargó, primero Montse , y luego Ismael , que regenta, junto con su esposa, desde hace casi tres décadas el exitoso restaurante Archimboldo, en el tranquilo barrio ovete