El Murciélago de Strauss en Oviedo, un quiróptero de lo más local

Asisto invitada por la encantadora y guapísima Alicia Hulton, responsable de prensa de la Asociación Ópera de Oviedo, al tercer ensayo de la ópera El Murciélago (Die Fledermaus) con música de Johann Strauss (hijo) y libreto de Richard Genée.
Esta obra de tres actos está basada en la comedia Le Réveillon (Noche de Fin de Año) de Henri Meilhac y Ludovic Halévy.

                                                                        
La tarde-noche, típica pre otoñal y con algo de "orbayu", era algo desapacible, y en Oviedo se ofrecía como aperitivo, por el tramo Uría-Fruela, un sencillo y algo desangelado desfile de gigantes y cabezudos con alguna "haiga" en lo que era el comienzo oficial de las fiestas de la ciudad.

En el Paseo de los Álamos, visto desde el semáforo de la Plaza de la Escandalera, faltaba, por primera vez en su historia televisiva, la carpa de Oviedo Televisión.

Me comunican desde esta empresa que, aunque siguen emitiendo bajo mínimos, los propietarios ya les han anunciado la intención de cierre inminente. Ahora toca la parte de la defensa sindical, etc... 
Como por desgracia también me ha tocado padecer esta desagradable fase laboral, les deseo, como periodista colaboradora que he sido, durante varios años, dirigiendo y presentando programas tanto en San Mateo, como en los Premios Príncipe de Asturias, toda la suerte del mundo.

Busco mi palco y tomo asiento. Entre el público, todo situado en palcos, anfiteatro, etc, al ser una función de ensayo, ya con el vestuario oficial de la representación y con los cantantes "no obligados a cantar a voz", algún colega de los medios, como el fotoperiodista Mario Rojas, el redactor Javier Neira y otros invitados como el paisajista José Valdeón.

Por supuesto, también en el patio de butacas y palcos, distintos miembros de la asociación, como el presidente Jaime Martínez del Río, el vicepresidente José María Moutas, Juan García-Conde, Asun Noriega, la musicóloga María Encina Cortizo y su marido Ramón Sobrino.

Muy pendientes de que todo saliera OK en ese ya tercer ensayo, el director de escena Mario Pontiggia, acompañado por el director artístico Javier Menéndez, la jefa de Producción Marioli Álvarez y la de vestuario, Ethel Fernández, entre otros, ubicados en el centro del patio de butacas con la gran mesa de control, rodeados de guiones y demás detalles necesarios para revisar desde el corazón del teatro Campoamor, una perfecta puesta en escena.

En el foso, la Sinfónica del Principado, probando sonidos, nos regalaba el habitual "guirigai instrumental" previo al comienzo de su interpretación musical.

No es mi intención hacer una crónica musical de la ópera del hijo de Johann Strauss, para eso ya están los expertos, y aunque yo tenga mi sensibilidad musical y obviamente mi impresión y mi opinión, el objeto de este blog es más bien el de captar y contar la "temperatura social" de los eventos.

                                                                             
Compartí casi cuatro horas de música y divertimento con dos señoras encantadoras: una, veterana en lides operísticas de la temporada ovetense y otra, la antigua propietaria de la librería Balmes.

La obra, compuesta en el siglo XIX y dividida en tres actos, resulta trepidante, tanto por la brillante y ágil partitura, como por el desarrollo enrevesado del tema, con los consabidos vericuetos sentimentales de los distintos personajes, pincelados por los significados que encierran los símbolos de continua presencia en la obra como el champagne, el reloj de bolsillo y el propio murciélago.

Guiños al modernismo en la decoración de la escena, con la presencia pictórica de una réplica de una obra de Tamara Lempicka entre otros detalles estéticos, muy del gusto de la época, contrastaban con el vestuario, un tanto de cómic, de la protagonista de la obra, Rosalinda, interpretada estupendamente por la granadina Mariola Cantarero.


Sin perderme, de momento, en otros detalles, quisiera agradecer, de nuevo, desde mi pequeño rincón en la red, el detalle que han tenido desde Ópera de Oviedo de incluir mi nombre en la obra, emparejándolo con la también periodista y cronista gijonesa Cuca Alonso.

Esta divertida mención se produce al comienzo del segundo acto, en una fiesta en la que todo el mundo se divierte entre bailes y champagne, y a la que seguro yo hubiera acudido en calidad de cronista de sociedad, papel que ejercí durante mis ocho años de colaboradora del periódico La Voz de Asturias, con "La Lupa", sección de gran éxito que fue eliminada de la edición de este diario, con las excusas consabidas que se utilizan en estos casos, y de paso, muy divertidas de escuchar para una profesional como servidora, con casi treinta años en los medios de comunicación.
                                                                                 
Como se puede comprobar, sigo haciendo crónicas. Eso sí, al no estar remuneradas, ya son más elegidas y espaciadas.

Antes de la mención a mi persona y a la periodista Cuca Alonso, ya en el primer acto se había mencionado a los restaurantes del conocido hostelero Marcelo Conrado (desde aquí un beso a él y a su familia y mis mejores deseos de recuperación), al piloto ovetense Fernando Alonso, a unas posibles colonias con localizaciones muy asturianas: "eau de Limanes", "de Lillo" o "agua del Nalón", en repetidas ocasiones a la Prisión de Villabona, e incluso a nuestro himno "Asturias Patria Querida".

En el mismo acto en el que se nos menciona a Cuca y a mí, como cronistas de la vida social, sale en escena, representándose a sí misma, utilizando en el contexto operístico la misma impostura vocal con la que da paso a los reportajes, la presentadora de la TPA, Sonia Fidalgo.
La que fuera, entre otras tareas periodísticas, hace años, jefa de prensa de Izquierda Unida, presenta a cantantes asturianos como Ana Nebot o Alejandro Roy que interpretan con gran arrojo y distinta temperatura vocal que los cantantes de la obra (lógico) piezas operísticas muy conocidas, entre otros, el Brindis de La Traviata.

Al piano, la maestra repetidora (pianista) Ludmila Orlova, acompaña a la masa coral, compuesta por los cantantes del elenco y el Coro de la Asociación.

En el tercer acto, el actor Joaquín Carballido hace de carcelero. Lo borda.

Sonrojo por la mención (doble) en el segundo acto, agradecimientos por el detalle, besos y fotos de despedida.

El domingo 18 se produjo el estreno de la 64 Temporada de Ópera con El Murciélago y tras ello, las consabidas crónicas, reportajes, debates, etc...en los diversos medios locales que habían acudido previamente a la función para la prensa.

Os adjunto los tres links de los tres diarios en los que se ofrecen las mismas y que he ojeado tras los consiguientes avisos vía alerta Google, o simplemente de familiares y amigos que asistieron a la función de estreno, de las conclusiones a las que se ha llegado tras la novedosa version de esta obra de Strauss hijo.




En ellos se hace la crónica-crítica de la ópera-opereta y se habla de la mención a periodistas locales (nosotras) como si esta original licencia que, entre otras, han incluido los arreglistas,  constituyera un hecho intolerable.

Incluso en el resumen-debate que ofrece LNE, el profesor de Derecho Julio Carbajo afirma: "Quizá fue interesante la de Villabona frente a Villa Orlofsky, pero poco más. Citar a las ilustres periodistas Cuca Alonso y Regina Buitrago estaba fuera de lugar".

                                                                            
Julio Carbajo, que aún este verano me invitó a su estupendo curso sobre Protocolo, celebrado en los históricos Cursos de La Granda, donde está magníficamente apoyado por su hermana, la administradora de los mismos, Carmen Carbajo, y su prima, la secretaria, Cristina Carbajo, afirma ahora que: "está fuera de lugar" mencionar a "la ilustre periodista" a la que había invitado y que, con todo su afecto y desinteresadamente, le ha hecho la crónica de su curso, kilometraje, texto y fotos coste 0.

También Carbajo habla en esa tertulia recogida por Neira en LNE, de la interpretación en la obra de nuestro himno de Asturias, alimentando el habitual trato vejatorio que se le da: "El colmo de la morcilla fue el «Asturias, patria querida», aunque quizá se salva porque a fin de cuentas es también el himno de los borrachos".
Qué decepción por todo!
Lo has dicho de corazón, Julio? O te has dejado llevar por el contexto?
No comprendo como una persona tan, aparentemente prudente y exquisita como creo que es el Julio Carbajo que conozco, se pueda expresar de esa manera, ciertamente dura.

En cuanto a mi presencia en los cursos de La Granda, no sólo había acudido a esta edición 2011 ya como bloguera, sino que también había hecho otras crónicas de este curso, tanto para La Lupa, como para mi blog en años pasados.
Os adjunto, a continuación, los links del año pasado y de este año 2011.

Otro de los detalles que me llama la atención, como contraste, es que "los críticos" sólo se mesan los cabellos por nuestra mención, (la de Cuca y la mía).

¿A quén le "escuece" que se nos mencione, a Cuca Alonso y a servidora, en uno de los ambientes más clásicos y prestigiosos de la ciudad de Oviedo como es el Teatro Campoamor y la temporada de ópera?

¿Por qué, en ninguna de las crónicas se menciona la aparición en escena de Sonia Fidalgo (contra la que,que quede bien claro, no tengo absolutamente nada) con la consiguiente crítica, o no?  ¿Porqué?

Simplemente quería expresarme en este mi blog, en lo que considero una desconsideración, en un medio público, hacia mi persona, actitud que contrasta con el desinteresado y continuado afecto informativo, en este caso con mis dedicadas crónicas sobre los interesantes cursos de Protocolo que dirige, año tras año, el experto Julio Carbajo, de quién, por cierto, ese día ya no pude despedirme protocolariamente, ya que, cuando me dí cuente, se había ido raudo y veloz a acompañar a los ponentes a la gran mesa del almuerzo.

Por lo demás, felicitar a Ópera de Oviedo http://www.operaoviedo.com/  por su detalle, entrega y simpatía.
Agradecerles la cesión de casi todas las fotografías que ilustran este post.
¡Que la suerte (y los presupuestos) les acompañen!

                                                                                  
Por cierto, hoy jueves 22 y pasado mañana 24 tendrán lugar las últimas representaciones del divertido Murciélago de cuyas alas, según algunos, sale alguna chispa.


                                                                        

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